Peter Bonerz y la Comedia Atemporal de Bob Newhart

Como creador de contenido para pets.edu.vn, y experto en mascotas, podría parecer inusual adentrarse en el mundo de la comedia televisiva clásica. Sin embargo, comprender los matices del comportamiento humano y la conexión, al igual que comprender a nuestras mascotas, requiere una observación e intuición agudas. Con este espíritu, exploramos una fascinante entrevista con Peter Bonerz, una figura clave detrás de las cámaras del querido «The Bob Newhart Show». Bonerz, célebre por su propia actuación y especialmente por su destreza como director, ofrece una perspectiva única sobre el atractivo perdurable de la comedia minimalista de Bob Newhart y la naturaleza innovadora del programa en sí.

I. Primeros Encuentros con la Comedia Única de Bob Newhart

Bonerz relata su primera experiencia con la comedia de Bob Newhart, mucho antes de su colaboración profesional. Recuerda vívidamente haber trabajado en una tienda de discos cuando el álbum debut de Newhart explotó en popularidad. Destaca la novedad del formato LP en ese momento, que permitía a los comediantes presentar todo su acto en un solo disco, un marcado contraste con los sets cortos que se veían en los programas de variedades.

«Estaba en Milwaukee, Wisconsin. Estaba en mis años escolares en ese momento. Y ese álbum fue un éxito y yo estaba vendiendo discos en ese momento. Pero escuché el álbum y lo vendí a montones. Fue simplemente asombroso.»

Bonerz captó de inmediato el carácter distintivo del estilo de Newhart, contrastándolo con las personalidades cómicas más enérgicas de la época como Sid Caesar. Señala el enfoque de «bajo perfil» de Newhart, su representación de personajes «ligeramente fuera de control», como una clave de su amplia identificación. Este estilo discreto, argumenta Bonerz, convirtió a Newhart en un comediante «para todos».

Además, diferencia a Newhart de contemporáneos como Shelley Berman, señalando la dependencia de Berman de las neurosis al estilo de Woody Allen, aunque reconoce que Newhart también recurrió a las neurosis pero de una «manera más tranquila, menos frenética, más sutil». Crucialmente, Bonerz enfatiza que, a diferencia de muchos comediantes de la época que contaban chistes, Newhart estaba creando «estudios de personajes» y «pequeñas obras de teatro de un acto» dentro de sus monólogos.

II. De Catch-22 a «The Bob Newhart Show»: Un Camino Fortuito

El camino de Bonerz para dirigir «The Bob Newhart Show» fue allanado por una colaboración anterior con Newhart en la icónica película Catch-22. Describe la experiencia como «una de las mejores experiencias de mi vida», destacando el reparto estelar que incluía a Orson Welles, Alan Arkin y Tony Perkins.

«Si miras la lista del reparto, ahí está Bob Newhart. Ahí está Tony Perkins, ahí está Alan Arkin. Ahí está Orson Welles, Orson Pendleton. Quiero decir, este era Benjamin Black Henry… Y nosotros estábamos en el programa por ello.»

Este período en México, filmando Catch-22, permitió a Bonerz y Newhart conectar por sus raíces en el Medio Oeste, sus antecedentes en escuelas jesuitas y sus valores familiares compartidos. Esta relación sentó las bases para su futura y exitosa colaboración. Bonerz descarta cualquier noción de que Newhart tuviera una «curva de aprendizaje» en la actuación, enfatizando su experiencia cinematográfica previa y su talento inherente. Elogia la actuación de Newhart en Catch-22 como «perfecta», particularmente su capacidad para pronunciar líneas surrealistas con total credibilidad debido a su personalidad arraigada, «simple, sutil, tan estadounidense».

III. Unirse a «The Bob Newhart Show» y la Evolución de una Sitcom

La llamada para unirse a «The Bob Newhart Show» llegó poco después de Catch-22, una oportunidad que Bonerz aceptó de inmediato. Relata un proceso de audición sencillo, destacando la presencia acogedora del propio Bob Newhart, junto con la directora de casting Ethel Winant y Grant Tinker.

«Recibí una llamada de mi agente. Están haciendo Bob y The Bob Newhart Show. ¿Estarías interesado de nuevo? Bueno, claro que estaría interesado. Ya sabes, ¿dónde tengo que firmar? ¿A quién tengo que pagar?… Y se rieron en los momentos apropiados y salí pensando que tenía el trabajo.»

Bonerz arroja luz sobre la naturaleza colaborativa del programa, enfatizando que si bien Lorenzo Music y David Davis crearon el piloto, y otros escritores talentosos contribuyeron, el programa fue en última instancia «a instancias de Bob Newhart». Subraya la importante aportación de Newhart, no de forma dictatorial, sino a través de un proceso de selección de talento y guía de la visión general. Bonerz señala al excepcional reparto de apoyo – Bill Daily, Suzanne Pleshette y Marcia Wallace – como un testimonio de la comprensión de Newhart de que «solo soy tan bueno como mi reparto de apoyo».

También revela un detalle interesante sobre el concepto inicial del piloto: Bob Hartley fue concebido originalmente como psiquiatra, no como psicólogo, y el personaje de Bonerz también era psiquiatra. Sin embargo, este concepto no funcionó bien en las pruebas, lo que llevó al cambio a psicólogo, un cambio que Bonerz cree que fue crucial para la cálida recepción del programa por parte del público estadounidense.

IV. Bonerz como Director: Facilitando el Genio Cómico de Newhart

El papel de Bonerz en «The Bob Newhart Show» se expandió más allá de la actuación para incluir la dirección. Explica que su motivación surgió del deseo de participar más en el proceso creativo. Se acercó a Newhart, quien accedió de inmediato, y luego obtuvo la aprobación de Grant Tinker. Bonerz atribuye la apertura de Tinker a nuevos talentos como fundamental en su oportunidad como director, junto con otros directores que surgieron del programa.

Atribuye su continuo éxito como director a ser «rápido y divertido» y a comprender el estilo de trabajo de Bob Newhart. Crucialmente, Bonerz señala que a Newhart no le gustaban los ensayos extensos, prefiriendo mantener el material fresco. Como director, Bonerz adoptó un enfoque minimalista, enfatizando la contratación de actores talentosos y «dar un paso atrás y dejarles actuar». Comprendió la importancia de darle a Newhart «su espacio» y respetar su ritmo cómico inherente.

Bonerz comparte una anécdota sobre la dirección del famoso «episodio del borracho» («The Mugu Guest»), donde observó que el reparto inicialmente imitaba la distintiva representación de la embriaguez de Newhart, destacando el genio cómico observacional de Newhart. Enfatiza que los grandes comediantes, como Newhart, son observadores agudos de la vida, que poseen una «exactitud» en sus observaciones y, a menudo, exhiben habilidades de imitación.

V. El Atractivo Atemporal y el Legado de la Comedia de Bob Newhart

Reflexionando sobre el humor del programa, Bonerz enfatiza que «The Bob Newhart Show» no se basaba en chistes rápidos como muchas sitcoms contemporáneas. En cambio, se centró en «relaciones entre personajes» y «momentos divertidos» derivados de experiencias humanas identificables. Cita las escenas de dormitorio entre Bob y Emily como un excelente ejemplo de humor impulsado por personajes, que se basa en el ritmo y las interacciones sutiles en lugar de los remates.

Bonerz cree que la falta de actualidad manifiesta del programa contribuyó a su atractivo perdurable, haciéndolo «más atemporal». Si bien reconoce que todo arte refleja su tiempo, argumenta que «The Bob Newhart Show» se centró en «actitudes internas» y «humanidad compartida» en lugar de problemas políticos o sociales específicos de la década de 1970. Este enfoque en las experiencias humanas universales, sugiere, es la razón por la que el programa sigue siendo «visible» y relevante décadas después.

Profundiza en por qué Bob Newhart tuvo tanto éxito en televisión, atribuyéndolo a su cualidad de «actor de personalidad», esencialmente interpretándose a sí mismo, una presencia cómoda y familiar en los hogares de los espectadores. Bonerz contrasta esto con los «actores de carácter» que se transforman para cada papel, argumentando que los espectadores de televisión buscan la «comodidad» y la consistencia de personalidades como Bob Newhart y Mary Tyler Moore.

Finalmente, Bonerz aborda el logro único de Bob Newhart de tener dos sitcoms de gran éxito y larga duración. Atribuye esto a la capacidad de Newhart de mantener su «presencia simple» y mantenerse fiel a su personalidad, una personalidad profundamente arraigada en el «medio Estados Unidos». Sitúa a Newhart junto a Johnny Carson como un «humorista cómodo» que proporciona al público una sensación de relajación y familiaridad en un mundo cada vez más caótico.

Bonerz concluye reflexionando sobre la experiencia emocional del episodio final del programa y considerando el legado de Bob Newhart. Comparte la sorprendente admiración de John Belushi por Newhart como su ídolo y señala a Jerry Seinfeld como otro comediante inspirado en él. Bonerz resume el legado de Newhart no como el comediante «más divertido» o «más original», sino quizás el «más estadounidense», similar a Mark Twain, en su capacidad de simplemente reflejar la sociedad a sí misma con humor amable y observación perspicaz.

Esta entrevista con Peter Bonerz proporciona una visión invaluable del genio cómico de Bob Newhart y el legado perdurable de «The Bob Newhart Show». La perspectiva de Bonerz, como actor y director íntimamente involucrado con el programa, ilumina los matices sutiles de la comedia minimalista de Newhart y el humor impulsado por personajes que hicieron del programa un clásico atemporal. Al igual que nos esforzamos por comprender las personalidades únicas de nuestras mascotas, apreciar el sutil arte de la comedia de Bob Newhart, tal como lo articula Peter Bonerz, mejora nuestra comprensión de la naturaleza humana y la conexión.

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