«Lean on Pete», dirigida por Andrew Haigh, nos presenta un drama que se desarrolla a un ritmo pausado, atrayendo al espectador a su conmovedor mundo. Esta película se centra en la conexión de un joven con un caballo cuarto de milla, y su atmósfera melancólica envuelve sutilmente al público. La película combina magistralmente diálogos auténticos y sobrios con impresionantes imágenes del Oeste americano, creando una experiencia cinematográfica inmersiva. Estos dos elementos trabajan en armonía para realzar el impacto de la película.
Las actuaciones en «Lean on Pete» son particularmente destacables. La dirección de Haigh obtiene interpretaciones profundamente auténticas de su elenco, priorizando el realismo sobre el melodrama. Este compromiso con la emoción genuina enriquece la experiencia visual. El ritmo de la película es tranquilo pero atractivo, sin volverse tedioso en ningún momento. Si bien el tono es a menudo sombrío y los temas son trascendentales, los espectadores que inviertan su paciencia se verán profundamente recompensados por «Lean on Pete». Es crucial destacar que la película evita el sentimentalismo, lo que contribuye en gran medida a su genuino impacto.
La representación que hace «Lean on Pete» de las comunidades rurales menos privilegiadas del Oeste americano ofrece un comentario social reflexivo y compasivo. Este aspecto resuena con obras como «Hillbilly Elegy» de J.D. Vance, proporcionando una mirada perspicaz similar a los problemas sociales. Haigh merece reconocimiento por asegurar que esta representación sea tratada con respeto y profundidad, evitando cualquier superficialidad.
Sin embargo, «Lean on Pete» tiene un pequeño inconveniente. La película ocasionalmente se adhiere demasiado a elecciones narrativas y estilísticas convencionales. Si bien la película mantiene una sensación cruda y evita la previsibilidad, un enfoque ligeramente más aventurero en su construcción podría haber elevado ciertas escenas más allá de lo familiar. A pesar de esto, «Lean on Pete» sigue siendo un drama bien elaborado y poderosamente interpretado. Se recomienda para aquellos que aprecian las historias centradas en los personajes y buscan una película con profundidad emocional y relevancia social. Una sólida puntuación de 7 sobre 10.